domingo, 18 de octubre de 2015

El fin del Norte

     


        Siempre lo han tenido más complicado, por mil motivos, pero este Mundial se antoja como la confirmación devastadora de que el Norte rugbístico ha sido devorado por el insaciable hemisferio Sur. Si los Pumas vencen a los irlandeses, cosa que veo muy posible, se habrá consumado el dominio total (el otro partido tendrá tanta historia como el del Nueva Zelanda-Francia, o sea, ninguno, cero, nein). Todavía no he visto la hecatómbica humillación del antiguo rugby champagne, pero duele solo ver el resultado. Aunque duele menos cuando recuerdas que le han dado su merecido, como desde Filorugby se vaticinó (más infalible que Bergoglio, no lo olviden), al espantoso equipo de Saint André, que sobreactuó a propósito de la agresión de O'Brien lo que no mostraron en el campo. No hay más excusas: el rugby francés está en la UVI. Y su responsable se llama Top14. O, si vamos a los apellidos, Monsieur Boudjellal y sus Toulon Globetrotters.

        Sí pude ver el partidazo, más en intensidad que en juego, entre Gales y Sudáfrica, mis dos queridos equipos, aunque en aprecio siempre un paso por detrás de la (im)Perfecta Albión. Grandioso Dan Biggar, la coronación de este hombre en el Mundial está siendo indiscutible. Y es hora de responsabilizar a Gatland, que siempre ha sido muy especialito, de no haberle dado la batuta antes, porque Biggar ya no es un chaval (26 tacos) y desde hace años que destaca en los Ospreys. Ayer lo hacía todo: placaba, pateaba, corría, saltaba como un bailarín por encima de los rucks, etc. Sólo falló un tiro a palos, que corrigió inmediatamente con un precioso drop. Fue un síntoma sombrío verle abandonar el campo a disgusto, a 5 minutos del final, parece ser que por un golpe. Estaba siendo el talismán y catalizador de los suyos. Los malos augurios se confirmaron enseguida: sin Biggar, Gales ya no defendió igual, es como si hubieran perdido el alma, y entonces llegó el brillante ensayo del gran Du Preez (chicos de Canal +, se pronuncia Du Pría) gracias a una salida perfecta del scrum con off load a lo Magic Johnson de Vermeulen, que no acostumbra a ser un 8 muy sutil, pero que ayer lo fue en el momento preciso. Gales parecía haberse inspirado en el clinic que les dieron en defensa los Wallabies una semana atrás, y desplegaron ese saber sobre la hierba de Twickenham (jugaban 'en casa', sólo les faltó ir de blanco, jajajaj. En fin, mi obsesión anglogalesa*). También es cierto que los Springboks no se lo pusieron muy difícil, porque ya pueden tirar de unos recursos físicos imponentes, pero lo que es rugby tienen muy poco. Y menos desde que los dirige un Heynecke Meyer entregado a la demencia (¿le han visto cómo se vuelve loco en su pecera? Es tremendo, parece un psicokiller). Gales tocó con los dedos las semifinales, pero Sudáfrica tiene algunos jugadores con mucha calidad, como es el caso de Du Preez, sin ir más lejos, y a veces la calidad individual se sobrepone a la ramplonería del juego de equipo. Los de rojo pagaron aquí el coste de las penalizaciones que habían cometido, en un encuentro en el que no dominaron el breakdown como se esperaba (sus flankers son más dinámicos que los gorilas bokke).
        Gales abandona el torneo con la cabeza alta... pero sería un error caer en la autocomplacencia. Superado mi cabreo por su victoria ante Inglaterra, sigo pensando lo mismo: Gales tiene un problema. Y su salida de este Mundial lo ejemplifica con creces: les basta con haber ganado a Inglaterra. Cuando desaprovecharon ante Australia una oportunidad única, más de 10 minutos en superioridad, con posesión y en el umbral del try. Ganar hace siete días los ponía con un pie y medio en la final. Y ayer, por muchas bajas que tuvieran, no fueron capaces de vencer a los peores Springboks de la historia de los mundiales. Unos sudafricanos que no juegan a nada más que a sacar petróleo de sus riñones y que, por cierto, también contaban con bajas notables (De Villiers, Matfield, Frans Steyn, Brüssow, Spies). Creo que Gales ha sobredimensionado la importancia de sus lesiones (cuando de los 7 u 8 bajas sólo 2 eran claves: Halfpenny y Jonathan Davies II. Los demás o no eran claves o directamente eran suplentes), y que ese regodeo en su supuesta debilidad (los llamados para suplir las bajas eran tipos de la calidad de Anscombe, Hook o Gareth Davies) ha limitado su instinto asesino. Lo he dicho ya alguna vez y pienso repetirlo, aunque alguno se enfade: si Gales le hubiera jugado a Australia, sobre todo en esos minutos clave de la superioridad numérica, o ayer a estos lamentables Springboks, con la furia asesina con que suelen enfrentarse a Inglaterra ya habrían ganado algún Mundial. Pero, mientras sigan conformándose con haber hecho "un buen Mundial a pesar de las bajas", y les baste con ganar al viejo enemigo (la Inglaterra peor dirigida de su historia), seguirán igual. Para poder volar libre, Gales tiene que dejar de estar siempre pendiente del vecino.

        *Hace poco volví a ver El corazón del ángel (de Alan Parker). Habría que contactar con Johnny Favourite para saber el conjuro que permitiera, tras un limpio y eficiente secuestro, transformar a Biggar en otra persona, a ser posible ciudadano de Lancashire, y ponerlo a jugar en Leicester con su nueva identidad (ya de paso, habría que erradicarle esos insufribles tics que muestra cuando tira a palos). Debutaría con la zamarra de la Perfecta en el VI Naciones 2016.
       

6 comentarios:

  1. El demente: https://www.youtube.com/watch?v=lfdkOtiIZsk

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  2. Y ni mucho menos es la primera vez...

    https://www.youtube.com/watch?v=9RePCcAA5rs

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  3. "Gales ha desaprovechado una ocasión única para ser campeón del mundo", comenta en su anterior entrada... Muy, muy exagerado.

    No le niego parte (pequeña) de razón en su argumento.. Pero seamos realistas: aun llegando a la final, Gales no hubiera estado mas cerca de ser campeón del mundo que en 2011. Hace cuatro años, de haber ganado aquella semifinal de triste recuerdo, soñar en la final era posible. Esta vez, aun de haber logrado ir por el lado "facil" del cuadro y alcanzar la final...estarian esperando unos hombres de negro mucho más invulnerables que en 2011. Los veo aun mas favoritos sin el atenazamiento y la responsabilidad de jugar en casa.

    Sí, fue una lastima no aprovechar la ocasión ante Australia... Pero dese cuenta de que para tener opciones de ensayo (solo opciones, que no se concretaron), fue necesaria una circunstancia tan atípica como una superioridad de dos jugadores más durante 8 minutos... Esta Australia es mucha Australia.

    Y lo de Sudáfrica... Pues lo previsible. Avasallamiento físico hasta que el contrario claudica, añadiendo, eso sí, en el momento preciso unas gotas de calidad y genio, que los mastodontes boers también tienen de eso aunque no se prodiguen.

    Me temo que en semifinales tendrán que mostrar mucho más para que haya partido... Y ya me gustaría que sorprendieran, tras los celtas mis mayores simpatías son afrikaners. Si las amenazas politicas se cumplen, esta sería la ultima vez que, por discutible que sea Meyer y algunas de sus decisiones, vemos en el mundial a una selección que incluye lo mejor del rugby sudafricano sin grotescas adulteraciones extradeportivas. Ojalá ganasen el mundial, como último tributo al rugby Bok. Para 2019 ya serán, definitivamente, el ANC team.

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  4. Y en el tiempo del fin el Rey del Sur se envolverá con él en un empuje, y el Rey del Norte se lanzará contra él como tempestad---con carros y con hombres de a caballo y con muchas naves; y ciertamente entrará en los países e inundará y pasará adelante.
    Sea Nueva Zelanda nuestro Norte en el rugby, sean los paddies nuestra esperanza verde.
    INWT

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  5. ¿¿¿ Nos brindará sus impresiones sobre el Australia - Escocia???

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  6. Bueno, yo me refería a que Gales habría sido campeona no en este 2015, aunque quién sabe, sino en algún otro momento. Como en 2011, sin ir más lejos.

    Joder, me he quedado estupefacto con el Australia-Escocia, imagino que como todos. Le dedicaré un post después. Lo de Escocia es increíble: no merecía ni por asomo llegar a cuartos, pero ha merecido estar en semis. Aunque seamos sinceros: han defendido muy bien, pero sus ensayos siempre nacen en errores (claros) del rival. Hoy los 3, sin duda. Pero reconozco que para eso tenían que dar el callo, y por una vez lo han dado. Sin florituras alguna, pero con una intensidad remarcable. Ya digo, merecían pasar, y más con esa extraña decisión final de Joubert... También hay que reconocer que el susto tremendo ha sido demérito de Australia: ¿de verdad la defensa del Wallaby Wall (sin Pocock) es la que hoy se ha dejado levantar el primer try escocés por un ruck tan mal defendido que parecían el sub20 de Uruguay? ¿De verdad el Foley que hizo el partido perfecto ante Inglaterra (al final habrá que reconocer que ante la Inglaterra de Lancaster todos los rivales parecen Lomu o Gareth Edwards!) es el mismo que ha perpetrado uno de los más espantosos partidos que le he visto a un apertura? Yo creo que los Australianos les han faltado, pero mucho!, al respeto a los caledonios. A lo mejor me leen el blog y han pensado de verdad que ganaban antes de jugar, jajajaj. El caso es que por muy poco la Cuchara de Madera del VI Naciones salva el honor del norte ante el ganador del último ex-Tri Nations... Delirio puro!

    En fin, que al final, entre unos y otros nos hemos quedado sin Mundial. O eso parece. Porque Nueva Zelanda tendría que imponer un paseo militar, porque ni AUS ni SUD, visto lo visto hoy y ayer, sin rivales de peso. Pero mejor que no se fíen, si no quierenpasarlo tan mal como los wallabies hoy. Ayer NZ estaba motivada, aunque sabía que ganaba fácil, porque querían humillar a los que los eliminaron en 1999 y 2007, y que se lo habían hecho pasar crudo en 2011. En cambio, AUS hoy iban de sobradetes.

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