martes, 5 de octubre de 2010

La conversión rugbística y humana de Luke Watson



De gran calado me parecen las declaraciones de Luke Watson a SA Rugby, como recoge Planet Rugby. El nuevo capitán de Bath, tras poco más de una temporada en Inglaterra, ha reconocido que fue manejado en su momento por los políticos sudafricanos como arma contra el ex-seleccionador Jake White. Hay que recordar que Watson, que está a punto de cumplir 27 años, fue un jugador que se quería imponer a White con calzador, cuando no era del agrado del entrenador que llevó a Sudáfrica a sus mejores cotas mundialistas (recordemos de nuevo que su título de 2007 fue conseguido limpiamente, no como el de 1995). Hijo del activista anti-Apartheid Cheeky Watson, y ya asimilado en la selección con la llegada de Peter de Villiers, llegó a escupir en el uniforme Springbok en una charla creo que en una universidad sudafricana. Eso provocó una visceral y comprensible reacción en sus compañeros de selección (con John Smit a la cabeza), que exigieron a De Villiers que le cortara la cabeza. Se ganó a pulso la animadversión general de la gente del rugby, sobre todo de los afrikaners, y su situación llegó a ser tan incómoda que no le quedó más remedio que exiliarse en Europa.

Ahora parece ser que los nuevos aires británicos han provocado el efecto de despejarle la mente, distanciarle del clima viciado que las presiones políticas han inoculado en el rugby sudafricano, y dedicarse a jugar al rugby más allá de discutibles planteamientos extradeportivos. El resultado, además de un gran nivel de juego (tal vez esté ahora en el mejor momento de su carrera), ha sido un loable ejercicio de reconocimiento del pasado reciente. Reconocer que uno estaba equivocado y hacerlo con humildad son cosas que no están al alcance de todo el mundo.

3 comentarios:

  1. Lo que nos debemos preguntar es qué hubiera pasado si el caso fuera al contrario... A Geo Cronjé, por ejemplo, no creo que le sirviera de mucho "presentar excusas" ni "reconocer que estaba equivocado". Este individuo, después de escupir semejantes infamias, siguió vistiendo esa camiseta que, supuestamente, tanto asco le producía, con el beneplácito de la dictadura del CNA, encantada de perjudicar al rugby sudafricano en todo lo posible, como siempre. Decenas de flankers estarían orgullosos de vestir la gloriosa camiseta de los Bokke, pero claro, era políticamente muy correcto tener enchufado a este impresentable (de hecho, a ojos de los politicastros era "casi como un negro").

    El racismo en Sudáfrica sale gratis -mejor dicho, es ampliamente recompensado- siempre y cuando ese odio racial se dirija contra el pueblo afrikáner; esa es la realidad.

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  2. Bienvenido al blog, Calon Lan.

    Si no recuerdo mal, Watson dejó de ser convocado por los Springboks no por una decisión de PdV, sino porque varios 'pesos pesados' del vestuario se plantaron: o él o nosotros (parece que entre ellos estaban Smit y Burger). Si no fuera por eso, segur que seguía en el equipo.

    saludos

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  3. Sí, en el fondo no pueden permitirse prescindir del núcleo boer -de momento- porque pasarían a estar al nivel de Namibia (en el terreno deportivo, en otros peor aún), y claro, ganar el mundial de vez en cuando no deja de resultar útil como propaganda -el "pan y circo" deportivo, perejil de toda salsa dictatorial... Aunque es evidente que esta chusma analfabeta del CNA poco a poco van acercándose al modelo de su antiguo mentor y siempre punto de referencia, el sátrapa de Zimbabwe.

    Lo que está claro es que los Ralepelles y Januaries de hoy, casos lamentables pero que no dejan de ser anecdóticos, se convertirán en la norma en el futuro cercano.

    Saludos

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